Receta de solomillo Wellington: El plato perfecto para sorprender a tus invitados

¿Buscas una receta deliciosa para sorprender a tus invitados? No busques más: el solomillo Wellington, un plato clásico que combina el jugoso sabor de la ternera y el rico sabor de la pasta. Este plato lo han disfrutado muchos durante años y es el plato perfecto para ocasiones especiales, como cenas o celebraciones.

El solomillo Wellington es un plato que lleva un poco de tiempo, pero merece la pena el esfuerzo. Consiste en un solomillo de ternera generosamente salpimentado, sellado a alta temperatura, y luego recubierto con una capa de duxelle de champiñones y hojaldre. Una vez horneado, el solomillo Wellington se sirve con una rica y deliciosa salsa de Madeira o vino tinto, y tus invitados quedarán impresionados con este plato tan especial.

Ingredientes para el Solomillo Wellington

Los ingredientes que necesitarás para hacer el solomillo Wellington son los siguientes:

  • 1 solomillo de ternera (3-4 libras)
  • sal gorda y pimienta negra para sazonar
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 8 onzas de champiñones frescos, finamente picados
  • 3 dientes de ajo, picados
  • 1 cucharada de tomillo fresco, picado
  • 4 cucharadas de mantequilla sin sal
  • 4 lonchas finas de Prosciutto
  • 1 lámina de hojaldre, descongelada
  • 1 huevo, batido
  • 1 taza de vino Madeira o vino tinto seco
  • 1 taza de caldo de carne
  • 2 cucharadas de harina de todo uso

Instrucciones para el Solomillo Wellington

1. Precalienta el horno a 425 F.
2. Empieza por salpimentar el solomillo. Salpiméntalo.
3. Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añade el solomillo y réstalo durante unos 3-4 minutos por cada lado, hasta que esté dorado. Retira el solomillo de la sartén y resérvalo.
4. En la misma sartén, añade los champiñones, el ajo y el tomillo. Cocina unos 5 minutos, hasta que los champiñones estén blandos. Añade la mantequilla y cocina 2 minutos más, hasta que la salsa espese. Retira del fuego y reserva.
5. Coloca las lonchas de Prosciutto en una superficie plana, solapándolas ligeramente entre sí. Coloca el solomillo en el centro del Prosciutto y cúbrela con la mezcla de champiñones. Enrolla el Prosciutto y la mezcla de champiñones alrededor del solomillo, procurando que el relleno quede bien enrollado.
6. Desenrolla la lámina de hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada. Coloca el solomillo enrollado en el centro del hojaldre. Unta los bordes del hojaldre con el huevo batido y dóblalos sobre el solomillo para cerrarlos.
7. Coloca el solomillo enrollado con la costura hacia abajo en una bandeja para hornear. Unta la parte superior con el huevo batido.
8. Hornea el solomillo Wellington 25 minutos, hasta que el hojaldre esté dorado y la temperatura interna del solomillo alcance los 135 ºC para que quede en su punto.
9. Mientras se hornea el solomillo Wellington, puedes preparar la salsa de Madeira o vino tinto. En un cazo, lleva a ebullición el Madeira o el vino tinto y el caldo de carne a fuego medio. Agrega la harina y continúa cocinando 5 minutos, hasta que la salsa espese.
10. Una vez cocinado el Solomillo Wellington, córtalo en rodajas y sírvelo con la salsa de Madeira o vino tinto.

Consejos y Variaciones

Puedes personalizar fácilmente el Solomillo Wellington añadiendo tus verduras favoritas, como zanahorias y brócoli, o utilizando diferentes tipos de setas. También puedes utilizar diferentes tipos de salsas para acompañar el plato, como una salsa cremosa de rábano picante o mostaza.

Para hacer el solomillo Wellington aún más especial, puedes servirlo sobre un lecho de puré de patatas o de verduras asadas. Esto añadirá un toque extra delicioso a tu comida y hará que a tus invitados les guste aún más.

Conclusión

Hacer el solomillo Wellington es una forma estupenda de impresionar a tus invitados y hacer que tu ocasión especial sea aún más especial. Este plato clásico combina el jugoso sabor de la carne de ternera con el rico sabor de la masa, y es un plato perfecto para cenas. Así que, ¿por qué no probar el solomillo Wellington? ¡Tus invitados estarán encantados!

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